Todo diseño web tiene que tener unas lineas bien definidas antes de su inicio, con un boceto inicial al que le iremos dándo color y forma con toda la información necesaria.
Dependiendo para que fin va destinada nuestra página web deberemos valorar qué tipo de diseño y elementos poner en la misma. Plantearnos si queremos que sea más usable que gráfica, más elegante que extravagante o simplemente un conjunto de ambas.
La pregunta primera que nos deberemos hacer es:
¿Con qué frecuencia entra nuestro usuario en nuestra web?
¿Qué tipo de cliente tenemos?
La respuesta a esta pregunta te dará el tipo de diseño web a realizar. Veamos varios casos de respuestas o tipos de diseños que tendremos que elegir:
Diseño Web Sencillo, pero elegante
Si nuestro negocio es para un sector de alto poder adquisitivo nos deberemos decantar por la elegancia en el mismo, intentado no cargar gráficamente el sitio y cuidando todos los detalles del mismo para que el conjunto final aporte una armonía y compensación gráfica, dándonos como resultado un buen diseño web. En ocasiones podríamos recurrir al tipo de diseño minimalista, pero tendremos que tener cuidado en el público al que va enfocado el proyecto y las tipografías.
Diseño Web Extravagante
Este tipo de diseño web deberá enfocarse con una mayor carga gráfica, en el que nos centraremos en potenciar las imágenes más llamativas y espectaculares para impactar con nuestra marca, dejando los textos a un lado y simplificando toda la información lo máximo que podamos. Siendo claros y concisos. No tenemos tiempo para perder y que el usuario abandone nuestro sitio. El tipo de público será para jóvenes y adultos. Este tipo de diseño web suele tener fondos llamativos y pocos espacios visuales vacios.
Diseño Web Compensado
Sería una mezcla entre los dos diseños pero repartiendo las cargas gráficas de forma que no carguemos nuestro sitio ni se vean demasiados espacios vacíos. Suelen ser los diseños más habituales que encontramos en la red.
La información de nuestro tipo de diseño tendrá que estár siempre bien estructurada y repartida en varias páginas de ser muy extensa, guiando al usuario poco a poco a navegar por nuestra web y no hacerle su experiencia en nuestro sitio pesada.
Para webs corporativas deberemos dedicarle más tiempo al tratado de las imágenes y copys, así como para las tiendas onlines tendremos que reducir la carga gráfica todo lo posible, y centrándonos en potenciar en nuestro productos o servicios. La información deberá estar muy visible y directa, explicando en las primeras lineas lo que va a encontrar y de forma resumida todo tipo de dudas o consultas habituales que suelan ocasionarse en nuestra tienda online a la hora de la compra.
En definitiva, ¿Qué queremos con nuestros sitio web? ¿Qué tipo elegir? ¿Cargarlo gráficamente o centrarnos en la información? Todas estas cuestiones y más, deberemos resolverlas con un experto en diseño.
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